Tener un seguro de Salud no significa que éste vaya a cubrir todas aquellas situaciones o enfermedades que se presenten. Y es que siempre que se hable de pólizas, sean del tipo que sean, no hay que olvidar que están compuestas por multitud de términos y condiciones con las que hay que familiarizarse lo antes posible para que, llegado el momento, no haya dudas sobre qué es cada cosa. Los copagos, las carencias y las exclusiones son los términos que presentan los principales interrogantes. Una parte de las más desconocidas del seguro de Salud son las exclusiones, es decir, todas aquellas situaciones ante las que la compañía aseguradora no va a responder. Por ello hay que tener presentes estos casos a la hora de elegir un seguro médico, para que no haya sorpresas de última hora.
Las exclusiones son enfermedades, diagnósticos, tratamientos o estados físicos que no están cubiertos por el seguro y que vienen especificados en el condicionado de la póliza. Se trata de una característica común en los seguros médicos, y que viene determinada por la compañía aseguradora, que es quien decide la listad de exclusiones.
Las enfermedades preexistentes son todas aquellas patologías que el asegurado tenga antes de la contratación del seguro. Éstas deben ser comunicadas a la aseguradora para que se pueda valorar el riesgo que supone cubrirlo. Principalmente se engloban en esta categoría todas las enfermedades, lesiones, dolencias, defectos constitucionales o congénitos, deformaciones, así como todos aquellos que sean consecuencia de accidentes o enfermedades y hayan dejado secuelas en el asegurado, previas a la fecha de alta. En el caso concreto del embarazo, aunque no se trata de una enfermedad, si debe ser comunicado a la compañía porque se considera una preexistencia y por tanto lleva un periodo de carencia asociado.
Los seguros médicos están compuestos por diferentes servicios y prestaciones, que variarán en función del tipo de póliza elegida. No obstante, algunos de ellos no estarán cubiertos por ningún producto ya que forman parte del listado de exclusiones, algo que conviene tener en cuenta, ya que dependiendo lo que se busque en un producto de este tipo, estará cubierto o no.
Suele estar excluida la Asistencia Sanitaria de aquellas enfermedades y lesiones que sean consecuencia de accidentes laborales, así como de la práctica de deportes de riesgo. De igual forma estarán fuera de cobertura aquellas que guarden relación directa o indirecta con radiación nuclear o contaminación radiactiva, así como los que provengan de fenómenos naturales como terremotos, inundaciones, y demás fenómenos sísmicos o meteorológicos.
Tampoco están cubiertas las que deriven de guerras civiles, maniobras militares y epidemias declaradas oficialmente, además de las que sean causa de un accidente automovilístico, dado que en este último caso el seguro del Coche es el que tiene que hacerse cargo. Asimismo, otros casos en los que no se presta Asistencia Sanitaria es cuando ésta es necesaria por el consumo crónico de alcohol, estupefacientes, psicofármacos o alucinógenos, así como por autolesiones o actos derivados de ideas suicidas. Tampoco quedarán cubiertas aquellas enfermedades o accidentes sufridos por negligencia del asegurado.
Además éste debe que tener en cuenta, que en ningún caso queda cubierta la asistencia médica u hospitalaria que sea prestada por familiares suyos hasta el cuarto grado de consanguinidad.
Al contratar un seguro de Salud, el usuario puede acceder a diferentes servicios, sin embargo, hay algunos muy concretos que quedan fuera de la póliza. De esta forma no estarán cubiertos los procedimientos diagnósticos, quirúrgicos o terapéuticos cuya eficacia no esté debidamente consolidada en la práctica clínica habitual, es decir, todos aquellos servicios que no garanticen realmente la cura o el tratamiento de la enfermedad. De la misma forma que también quedan excluidos los tratamientos experimentales.
Y es que antes de elegir una póliza u otra, lo mejor es poder compararlas y así comprobar las coberturas de cada una