Tener un huerto en casa, cultivar nuestras propias verduras y hortalizas y llevar a la mesa los frutos de las plantas que hemos cuidado con mimo y constancia durante meses es una experiencia única e inigualable. Un pequeño lujo que, básicamente por falta de espacio, no todo el mundo se puede permitir… ¿o sí?
Hoy te proponemos emprender un proyecto que podrás compartir con toda la familia, que te dará grandes satisfacciones y aportará alegría y color a tu balcón o al espacio que quieras destinarle: montar tu propio huerto urbano desde cero.
Sigue los pasos que te ofrecemos a continuación a tu ritmo, sin prisas y disfrutando al máximo de todo el proceso. Al terminar, contarás con un pequeño oasis de vida labrado con tus propias manos, un goce para todos los sentidos, incluso para el gusto.
¡Ya verás cuando pruebes los tomates, los calabacines o las berenjenas que salgan de él! Pero no nos extendamos más en ello. Así que, ¡empecemos!
Lo primero que debemos hacer antes de empezar a montar nuestro huerto en casa es decidir qué espacio le asignaremos. Esto es sumamente importante, ya que determinará en gran medida el éxito o el fracaso de nuestro proyecto. Para ello debes tener en cuenta algunas consideraciones:
Una vez decidido dónde vas a emplazar tu huerto, ya puedes ponerte manos a la obra. Toma aire, reúne a los de casa y prepárate para empezar esta pequeña aventura, tan saludable y pedagógica como ecológica y sostenible.
Primero, deberás elegir el material que más te convenga para construir el soporte o las macetas. Escoge el que más te satisfaga o el que tengas más a mano.
Te recomendamos encarecidamente que no compres nada que no sea estrictamente imprescindible: la vida crece incluso en los rincones más impensables si encuentra las condiciones necesarias para hacerlo. Puedes dar nuevos usos a casi cualquier objeto que tengas por casa sin utilizar o medio abandonado.
En función del espacio del que dispongas, puedes montar dos tipos de huerto:
Para hacértelo aún más fácil, te proponemos algunas ideas para que montes tu huerto sobre soportes construidos con materiales reciclados:
La tierra que más le conviene a un huerto urbano es la que encuentras en cualquier campo labrado. Si tiene un alto contenido de arena o arcilla, lo mejor es mezclarla con sustrato para plantas, que es el típico que encontramos en cualquier floristería o tienda especializada en bricolaje.
Permítenos un pequeño apunte sobre el tema antes de seguir: el compost obtenido con el reciclaje de materia orgánica es perfecto para ello (y completamente gratis, si lo haces en casa). Aporta los nutrientes necesarios para que las plantas crezcan sanas y vigorosas, y además te da la opción de reciclar los residuos orgánicos generados en tu hogar. Puedes instalar un pequeño cajón supletorio para hacer vermicompostaje.
Tener un huerto en casa va mucho más allá de la satisfacción personal que pueda generarte. Sus contribuciones son de diverso tipo, entre las que podemos mencionar:
Hasta aquí estas breves indicaciones, que esperamos te sean de utilidad para empezar a disfrutar de tu huerto urbano. Un proyecto que, si lo deseas, puede tener una larguísima continuidad en el tiempo. Esperamos que disfrutes de tu huerto en casa.